El uso del aceite de argán es ampliamente conocido en el mundo cosmético, pero también se utiliza en la gastronomía. Estudios realizados han encontrado que la ingesta frecuente de este aceite ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares además de reducir los triglicéridos y el colesterol. Los ácidos grasos insaturados de este aceite fortalecen la mucosa intestinal y las hacen más resistentes y menos susceptibles a la enfermedad. Es un aceite adecuado para mojar pan, ensaladas, cuscús y platos similares. Otra forma deliciosa de degustarlo es hacer una mezcla de este aceite con almendras tostadas molidas y miel y untarlo en el pan.