Cuando el café llegó a las diferentes partes del mundo, cada país lo adaptó a sus costumbres. En Marruecos, podemos encontrar variedades de café que reflejan la diversidad cultural y la creatividad en la preparación, sobresaliendo de entre ellas Qahwa bidaoui, muy común en Casablanca, reflejado por su sabor suave y equilibrado y el Qahwa especiado, que es el que nos ocupa. Esta versión del café marroquí incorpora una mezcla de especias exóticas, sobresaliendo cardamomo, canela y clavo. El resultado es una bebida fragante y ligeramente picante que combina a la perfección con los sabores de la cocina marroquí.